Introducción: la dinámica
de una señal
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¿Qué
es lo básico? Antes siquiera de hablar de compresión, debemos dejar
claros algunos conceptos sobre la dinámica de una señal de audio;
por "dinámica" entendemos las variaciones de nivel de una señal
en el tiempo (una cantante de ópera que haga continuos crecendos
y decrecendos tendrá una dinámica muy acusada; un pitido de silbato
mantenido al mismo volumen no tendrá dinámica alguna).
· Nivel de ruido
de fondo: este es el nivel donde encontramos el ruido de cinta
y de línea, los ruidos eléctricos, etc.
· Nivel nominal:
sería el nivel más apropiado para grabar tu señal de manera que
haya una mínima distorsión (el momento en que la señal "pica" en
el rojo; es decir, sobrepasa el umbral máximo admitido) y que el
nivel de ruido de fondo sea superado.
· Relación señal-ruido:
la distancia entre el nivel de ruido y el nivel nominal.
· Nivel máximo:
se alcanza cuando la señal entrante comienza a distorsionar.
· Headroom:
la diferencia entre el nivel nominal y el nivel máximo; es tu "zona
de seguridad", el último espacio que tienes antes de que suceda
la distorsión.
· Rango dinámico:
todo el nivel que puede ocupar la señal, desde el nivel de ruido
hasta el nivel máximo.
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La compresión
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Ahora que hemos explicado
estos conceptos elementales, podemos empezar a hablar de compresión.
Supongamos que estas en tu estudio grabando unas tomas de sintetizadores,
voces o instrumentos. Has ajustado un nivel adecuado para grabarlos,
es decir, deberías estar cerca del nivel nominal (superando el ruido
de fondo y cerca de la distorsión, pero sin tocarla). Esto es un
escenario ideal, pero lo más normal es que, si prestas atención
a tu indicador de señal, veas como se pone en el rojo alguna vez
(distorsión).
Esto dependerá de
la naturaleza de la fuente que estés grabando: por ejemplo, imagina
que grabas una voz muy sentida, con momentos de murmullo y repentinas
subidas de nivel. Es muy fácil que saltes al rojo en estas circunstancias.
Podrías pensar "bueno, si estoy atento a los cambios de nivel, puedo
anticiparme y subir y bajar el volumen de entrada cuando se requiera"...
Has pensado bien, pero no eres del todo práctico: deja que te ayude
un compresor.
Un compresor monitoriza
la señal de entrada y actúa bajando el nivel cuando se alcanza la
distorsión, o subiéndolo si la señal cae demasiado baja. Esta es
la definición de andar por casa; para completarla, podemos decir
que el compresor lee la señal de entrada, y luego, de acuerdo con
el ratio de compresión que tú has configurado, reduce la señal que
de otra manera distorsionaría. Esto te permite mantener la señal
a un nivel manejable y grabable sin picos imprevistos.
Alto, ¿qué es eso
del "ratio"? Es uno de los parámetros esenciales de un compresor.
Pasamos a explicarte cuáles son los controles básicos de los compresores,
y así irás descubriendo cómo funcionan (en la foto, el Nanocompressor
de Alesis)
· Threshold:
este es el nivel (en decibelios, dB) a partir del cual el compresor
empieza a actuar. Para que entiendas cómo actúa, debemos hablar
un momento de los niveles de una señal. Quédate con la idea
de que un fader colocado en la marca de 0 dB está dejando pasar
toda la señal "tal cual", sin restarle o añadirle ganancia.
Digamos que 0 dB se identifica con la imagen "real" del sonido
que entra. Los valores positivos (+1 dB, +2 dB...) indican que
estamos añadiendo ganancia a la señal original, y los negativos
(-1 dB...) que estamos restándosela. Si ajustamos el threshold
del compresor a -5 dB por ejemplo, le estamos diciendo que,
cuando la señal entrante alcance ese nivel, empezará a ser comprimida.
Por ello, cuanto mas bajemos el threshold, más comprimiremos
la señal.
· Ratio:
se da en valores de proporción, como 2:1, 3:1, 4:1, etc. Supongamos
que colocas el ratio en 3:1. Lo que sucederá es que por cada
vez que tu señal entrante supere en 3 dB al nivel de threshold,
el compresor sólo permitirá que pase 1 dB de señal. Tu pensarás
"de acuerdo, pero si está dejando pasar un decibelio cada vez,
entonces sobrepasará de todos modos el nivel de threshold".
Evidentemente; el threshold es una marca de referencia, no una
"guillotina" que corta todo lo que pasa por ella. Se da por
hecho que el threshold y el ratio deben ir relacionados; debes
configurar un nivel de threshold lo bastante bajo, teniendo
en cuenta el ratio, para que los dB que pasen no lleguen a distorsionar,
saliéndose por encima den? 0 dB. Aquí entra en juego el concepto
de headroom; el "espacio de seguridad" al que nos referíamos.
Si tienes un headroom amplio, podras jugar con ajustes más extremos.
Si estás en trance permanente de distorsionar la señal, tendras
que manejar estos controles con mayor precisión.
La técnica
más recomendable es ajustar el ratio primero, y luego ir moviendo
el threshold hasta que notes que la señal empieza a comprimirse
(esto lo verás fácilmente en los medidores de tu mesa, cuando
veas que las distorsiones de la señal empiezan a desaparecer,
cayendo el nivel a un rango más uniforme). Ten clara una cosa:
si tu señal es demasiado débil, y el threshold está demasiado
alto, nunca funcionará el compresor. Si tu señal, digamos, solo
alcanza cotas de -5 dB y el threshold está a -2 dB, es evidente
que el compresor no actuará.
· Ataque
(attack): Este parámetro decide con qué rapidez actuará
el compresor cuando aparezcan los picos (cuando la señal supere
el umbral de threshold). Nos servirá para adaptar el funcionamiento
del compresor a la naturaleza de la fuente de sonido. Por ejemplo:
algunos instrumentos tiene un ataque muy rápido (es decir, suenan
de inmediato, tan pronto como son tocados). Así pues, para este
tipo de sonidos (como los de bajo o bombo), necesitarás que
el compresor actúe rápidamente, para que no se le escape ningun
pico (tendrías que ajustar el ataque a un valor bajo o nulo).
· Liberación
(release): El parámetro de liberación marca la velocidad
con que el compresor deja de actuar sobre la señal una vez que
ésta, despues de picar, ha bajado ya del nivel de threshold
(cuando ya no necesita ser comprimida). Si ajustas la liberación
a un valor largo, conseguirás una señal más sostenida. Si es
corto, la señal caerá de nivel más rapidamente.
· Ganancia
de salida (output gain): Cuando has ajustado ya el threshold
y el compresor está actuando, tu nivel nominal se verá reducido
dependiendo de la cantidad de compresión que apliques, y así
la señal, aunque comprimida, se escuchará con menor volumen.
Este parámetro se utiliza para corregir ese efecto y restablecer
el nivel de nuevo. Usa este ajuste con cuidado: aumentando de
nuevo el nivel, estás aumentando también el nivel de ruido de
fondo que llega aumentado después de la compresión. Para evitar
esto, procura que llegue la mayor cantidad de señal pura posible
al compresor, con el mínimo ruido.
· Knee:
Este parámetro no lo llevan todos los compresores, pero no es
raro encontrárselo. Hay dos tipos de "knee" (rodilla): hard-knee
y soft-knee. El ajuste hard-knee supone que la señal será comprimida
de inmediato en la proporción marcada por el ratio tan pronto
alcance el nivel de threshold. El ajuste soft-knee hace esto
de una manera más suave, aplicando la compresión no toda de
golpe, consiguiendo así un sonido menos abrupto. Típicamente,
los sonidos que requieren pegada, como el bajo y el bombo, se
comprimen con "hard-knee". Algunos compresores te permiten también
escoger valores intermedios entre estos dos extremos, para controlar
mejor el sonido.
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Comprimiendo
en la práctica
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El uso de la compresión
dependerá mucho de tus gustos personales. En la música de baile
actual y en ciertos estilos se utilizan configuraciones extremas
para darle gran pegada a los sonidos, pero puede n?que tú no necesites
eso. Una compresión extrema puede hacer una mezcla demasiado agresiva,
pero también, una compresión escasa puede hacer muy "blando" el
sonido. Como siempre, la solución está en probar distintas configuraciones
hasta alcanzar un resultado que te satisfaga.
Para darte una
guía, aquí tienes algunos ajustes recomendados, en general, para
distintos tipos de señales:
·
Bajo: Prueba a empezar con un ratio de 4:1 y un ataque y liberación
rápidos. Normalmente se prefiere la compresión hard-knee porque
el sonido del bajo suele requerir pegada y potencia, pero también
depende del estilo. Quizás te convenga una soft-knee para un bajo
de jazz en un tema suave y tranquilo.
· Guitarra:
Empieza con un ratio de 2:1 para guitarras acústicas, o un 3:1 o
4:1 para guitarras distorsionadas. Para conseguir un sonido más
sostenido, intenta un ratio de 4:1 ratio, con un ataque rápido y
liberación lenta. Cuando tengas esos ajustes preparados, toca la
nota que quieres sostener, y aumenta el ratio hasta que el sonido
se sostenga tanto como deseabas.
· Percusión:
Las señales de percusión se comprimen muy a menudo debido a sus
ataques rápidos. Prueba a comprimir la caja, que es el sonido que
más suele distorsionar porque cada gope de caja sobresale por encima
de todos los demás con mucha facilidad. Intenta un ratio de 3:1,
y usa un ataque y liberación rápidos. Si la señal continúa distorsionando,
prueba ratios mayores (la foto que te incluimos aquí muestra un
compresor de Logic configurado para una caja). Este método es válido
también para los timbales. Para lon?s platillos, prueba un ratio
de 2:1 con ataque rápido y liberación lenta, para mantener así el
desvanecimiento natural del sonido de los platillos.
· Voces:
Como en la percusión, es habitual comprimir las señales de voz.
El ratio varía con cada cantante, dependiendo del tipo de voz (gritona
y potente, suave y tranquila, etc). Los cantantes que no hacen grandes
altibajos con su voz tendrán una dinámica mas pequeña y requerirán
por ello menos compresión. Prueba para empezar un ratio de 2:1,
con el ataque rápido, y liberación media-larga. Aumenta luego el
ratio hasta que tengas dominados los picos de distorsión.
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Conclusión
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En general, debes
usar la compresión para situar las señales correctamente en la mezcla,
para darles la presencia necesaria y para dominar sus subidas y
bajadas de nivel. Otros la utilizan también con intenciones creativas,
o para conseguir un efecto deliberado, como por ejemplo una gruesa
y potente línea de bajo que marque el ritmo.
Podría decirse
que la compresión es un arte que solo dominarás con mucha práctica.
Tu oído será la mejor guía: prueba diferentes ajustes y configuraciones
hasta alcanzar el sonido que estabas buscando.
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viernes, 29 de agosto de 2014
Aprende a comprimir tus señales
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