Cuando los guitarristas nos vamos introduciendo en el mundo de las escalas y la improvisación, tarde o temprano oímos hablar de
los modos (también llamados modos griegos, aunque nuestros modos actuales son diferentes a los de la antigua Grecia)
. Y es algo que suele interesar a la mayoría, puesto que parece abrir las puertas a
un lenguaje musical más variado. El problema es que la explicación de los modos en ocasiones es algo abstracta, y es fácil caer sin querer en
ideas erróneas, que más tarde nos harán más difícil la comprensión del conjunto.
Hoy intentaremos proyectar una idea general de lo que son los modos,
citando por el camino algunos de los temas habitualmente relacionados
con ellos. Para una lectura más sencilla y menos farragosa, dejaremos de
lado (temporalmente) las fórmulas de intervalos y cuestiones numéricas
de tonos y semitonos, que quedarán para un segundo artículo algo más
detallado.
La importancia de la tónica
Al aprender a tocar la guitarra, es frecuente que en algún momento
nos topemos con una escala. Las primeras escalas que aprendemos suelen
ser la
escala mayor o la
escala pentatónica menor,
ya que son buenas para comenzar por su sencillez y por su sonido
familiar, y son las preferidas de aquellos amigos o profesores que nos
ayudan a avanzar. Pero lo mejor de todo es que
sirven para darse cuenta de que las escalas tienen una tónica:
una nota con más importancia que las demás, y que nos permite hacer
descansar la melodía. Por ejemplo, si has aprendido a tocar la escala de
Do Mayor (que tiene las notas Do, Re, Mi, Fa, Sol, La y Si), es muy
probable que hayas notado cómo de importante y atractiva es la nota Do.
Pero, ¿es esa nota importante por sí misma, o somos nosotros quienes
la hacemos importante al tocar de cierta forma? Lo cierto es que según
lo que toquemos, y cómo lo toquemos,
podríamos lograr que alguna otra nota de la escala de Do Mayor pareciese más importante que el Do.
Y eso es algo que nos interesa mucho, ya que el hacerlo nos abre las
puertas a nuevos sonidos. Como la escala tiene 7 notas, podemos darle
importancia musical a cualquiera de ellas, obteniendo hasta 7
sensaciones diferentes al oído. Y en eso es en lo que consisten los 7
modos: no se trata tanto de escalas completamente nuevas, sino
reinterpretaciones de las que, probablemente, ya conoces.
¿Y todo eso de frigio, eólico y no se qué?
Vamos a ello. En armonía, a la posición que ocupa cada nota se le
denomina "grado". Una escala mayor tiene 7 grados, y suelen ir indicados
con una cifra romana. Es importante llamarlos así, ya que en un futuro,
referirte a los grados te ayudará a comprender mejor la armonía. Así
que vamos a empezar a usarla desde ya mismo, afirmando lo siguiente:
cada grado tiene asociado un modo. En síntesis, es volver a decir lo que
ya habíamos dicho, pero expresado de una forma más precisa.
Así, cada grado da lugar a un modo. Por
ejemplo, cuando el peso recae sobre el grado I, corresponde a la
archiconocida escala Mayor, también conocida como
modo jónico. Otro de los más famosos es el modo el del grado VI, que se conoce como
modo menor o eólico (que muy posiblemente hayas usado cientos de veces). Quizás te suenen menos, pero
frigio, lidio o locrio
son otros de los nombres de los modos. A continuación, ofrecemos una
lista completa de los nombres de los modos, asociados a sus grados, y
acompañada de ejemplos.
¿Y sólo funciona con Do Mayor?
No. Sólo lo estábamos usando de ejemplo, para facilitar la explicación. Pero lo cierto es que
es posible construir modos a partir de las escalas de cualquier tonalidad. A continuación te ofrecemos un link a una tabla completa de
todos los modos de todas las tonalidades, desglosados uno por uno.
Tablas completas con los modos de todas las tonalidades
Date cuenta de que el grado I de una escala de Do Mayor es Do, pero
el grado I de una escala de Re Mayor es Re.
En una escala de La mayor, el grado I es La, y así sucesivamente. En
consecuencia, y usando ejemplos concretos, el modo lidio correspondiente
a Do Mayor sería Fa lidio, mientras que el lidio de Re Mayor sería Sol
lidio. Lo verás muy claro en la mencionada tabla.
¿Y eso de dar importancia a una nota?¿A qué nos referimos?
Nos referimos a lograr que una de las notas cumpla la función de
tónica
en el global de nuestra canción. Y eso es algo en lo que intervienen de
manera muy importante las progresiones de acordes. Echemos un vistazo,
por ejemplo, a la siguiente progresión de acordes:
Aunque hemos usado exactamente los
mismos acordes para ambas, el distinto orden ha hecho que nuestro oído
perciba como más importante el
Do en la primera progresión. En la segunda, en cambio, el más importante es el
Sol.
Podríamos decir que, si ambas progresiones están basadas en la escala
de Do (Do, Re, Mi, Fa, Sol, La y Si), la primera descansa sobre el grado
I, mientras que la segunda, sobre el V.
¡Pero yo quiero hacer solos!
Supongamos que queremos solear sobre las dos progresiones de acordes
del párrafo anterior. En realidad, usaríamos las mismas notas para las
dos progresiones: Do, Re, Mi, Fa, Sol, La y Si. La diferencia radicaría
en la intención que se le da a las notas
Do (Grado I) y
Sol (Grado
V) en cada uno de los casos: para la primera progresión trataríamos el
Do como tónica (usándolo como resolución frecuente en nuestras
melodías), mientras que en la segunda lo haríamos con la nota Sol. Puede
parecer sutil si sólo escuchamos el solo, pero con el acompañamiento de
acordes, estas dos partes cooperan perfectamente. Es algo que se puede
escuchar en los siguientes clips de audio.
Algunos estudiantes se preguntan lo
siguiente: si son las mismas notas las que tengo que tocar, ¿para qué
quiero saber sobre qué modo estoy tocando? La razón es que mediante
nuestro solo o improvisación podemos
ayudar a dar solidez al conjunto, confirmando la importancia de la tónica
y el contexto musical general. Cuando un guitarrista conoce la pieza
sobre la cual toca, es algo que se nota y, normalmente, para bien. Como
experimento para ilustrar esta idea, hemos grabado un solo y lo hemos
combinado indistintamente con las dos progresiones anteriormente
mostradas. Verás que, sin sonar mal, resulta algo más ambiguo. No está
prohibido sonar así, pero sí que es importante hacerlo
por elección propia, y no por desconocimiento del contexto musical.
¿Y cómo sé qué modo usar cuando me encuentro una progresión de acordes?
Contestar correctamente a eso requeriría todo un artículo entero,
pero te damos una respuesta rápida. Cada escala está asociada a un
conjunto de acordes,
que se distinguen por estar construidos con las notas de dicha escala.
Por lo tanto, los guitarristas con conocimientos de teoría son capaces
de deducir, a partir de unos acordes dados, a qué escala (o escalas)
pertenece esa progresión concreta. Una vez la han averiguado, determinan
en qué modo está la canción detectando
qué grado actúa como tónica.
Con los años y la experiencia, es algo que hacen de forma muy natural y
casi inconscientemente, dependiendo de la dificultad de la pieza.
Diferente modo, misma nota
Esto suele interesar mucho a los guitarristas, aunque comienza a ser algo complicado:
usar diferentes modos, pero que tengan la misma nota como tónica.
Después de leer este artículo, es posible que hayas deducido que es
posible construir todos los modos comenzando desde la misma nota
(Ejemplo: Do jónico, Do dórico, Do frigio, Do lidio, Do mixolidio, Do
eólico y Do locrio). A esto se le llama
modos paralelos
y, musicalmente hablando, son útiles para ser usados en una misma
canción. Nótese que, al hacerlo, realmente estamos combinando diversas
tonalidades y por lo tanto tienen notas diferentes. Para entendernos
mejor: Do jónico pertenece a la tonalidad de Do Mayor, mientras que Do
lidio pertenece a la de Sol Mayor, y así sucesivamente con todos los
modos con tónica en Do que empleemos. Por eso hay que ser cauteloso, ya
que ni las notas con las que improvisar ni los acordes con los que
componer serán los mismos entre modos paralelos. Hablar de ello en
profunidad es algo que también nos reservamos para otro artículo pero,
mientras tanto, os ofrecemos el siguiente ejemplo de audio, en el que
combinamos
Do jónico y Do lidio.
¿Y eso es todo?
Por supuesto que no, hay muchísimo más que hablar de los modos. Cada uno tiene
sus particularidades, su propia personalidad, y sus notas características,
que hacen que los músicos los escojan para una u otra composición.
Tratar de resumirlas en este artículo dejaría fuera una cantidad
excesiva de detalles, por lo que preferimos reservar esa tarea para el
futuro, pudiendo nutrir la explicación con ejemplos de audio y datos
adicionales. No obstante, lo explicado en este texto supone un
fundamento para poder llegar a tener una idea general de los modos algo
más sólida.
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