Antes de empezar
Hay muchas maneras de
acercarse al mundo de la creación musical, y dependiendo de esto habrá diferentes
necesidades que cubrir. No es lo mismo hacer música pop que remezclar temas
o preparar un estudio para DJs. Nosotros nos centraremos ahora en la situación
que se da más frecuentemente; supongamos pues que estás en el caso habitual
de un aficionado a la música que quiere convertir esta afición en algo un poco
más serio, creando sus propios temas musicales desde cero, gastándose la menor
cantidad de dinero posible, y sin meterse en demasiadas complicaciones.
De entrada, damos por hecho
que tienes algunos conocimientos de teoría musical, o al menos que sabes
tocar de oído algún instrumento. Está claro que sin esto va a ser difícil componer
nada, pero tampoco te subestimes: la práctica te ayudará mucho, y de alguna
manera hay que empezar. También presuponemos que tienes una mínima destreza
en el manejo de ordenadores basados en Windows; no hablamos de programación
ni nada parecido, sino de tareas básicas como instalar y ejecutar programas
y moverse por el interface de menús y ventanas de Windows. Bueno, si has navegado
por Internet -y lo cierto es que has conseguido llegar hasta esta página-, vamos
a dar por sentado que ya tenemos todo lo necesario antes de empezar...
Mínimo gasto, equilibrio
entre componentes, mínimas complicaciones, máxima creatividad y posibilidades.
Este será nuestro lema a partir de ahora. Una combinación inteligente de informática
musical y un pequeño número de accesorios hardware lo hará realidad.
¿Tienes un estudio así? Entonces no te interesa este tutorial... |
Qué hace falta
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El mundo de la creación musical
se ha abierto a todos los públicos y a todos los bolsillos en los últimos años,
especialmente con las novedades en informática musical. La oferta es tan grande
que es fácil perderse; por ello es necesario tener claro lo que vamos a necesitar
para hacer música y cómo elegirlo correctamente.
· EL ORDENADOR
Es el elemento central de
un estudio doméstico moderno. El ordenador va a centralizar la mayoría de las
tareas de creación y producción, y por ello debes ser certero a la hora de elegir.
Aunque seguro que ya tienes un ordenador que podrás utilizar para música y así
ahorrarte el gasto, aquí hablaremos como si no tuvieras nada, para repasar los
elementos principales a los que debes prestar atención.
Sin duda los PC son
mucho más baratos que los Apple Mac y ofrecen un alto rendimiento por su precio,
así que en esta primera elección lo tienes bastante claro. Intenta no ser demasiado
rácano, y no escatimes sobre todo en la placa madre; una placa barata
y de baja calidad va a darte muchos dolores de cabeza. El procesador puede ser
-el gran dilema- un Intel Pentium o un AMD Athlon; nosotros vamos a mojarnos
aquí recomendándote un AMD por su relación prestaciones/precio, pero insistiendo
mucho en que lo acompañes de una placa madre de calidad; asegúrate previamente
de que no vas a tener problemas de compatibilidad.
La tarjeta de sonido es por supuesto el elemento sensible de un PC dedicado
a música, y debes tomarte tiempo para decidir la que te conviene, ya que hay
una gran variedad (con una entrada estéreo o múltiples entradas, con sintetizador
o sampler a bordo o sin él, etc). Recuerda siempre que "lo mejor" para ti no
es necesariamente lo más caro que puedas pagar, sino aquello que mejor encaja
contigo y que resuelve tus necesidades. Un punto crucial va a ser su velocidad
de trabajo en sistemas VST o DirectX; debes fijarte en la calidad de sus drivers
y en su latencia. La tarjeta de sonido, por otra parte, seguramente incluya
una entrada y salida MIDI para poder comunicarse con tu teclado o tus dispositivos
MIDI, aunque lo cierto es que no todas la llevan, como también es verdad que
ya empiezan a salir teclados que se conectan por USB. En este caso -o si necesitas
mas puertos de entrada y salida MIDI-, piensa en comprar aparte un interface
MIDI; lee nuestros artículos sobre [
protocolo MIDI ] para profundizar en esta cuestión.
La oferta de tarjetas es
muy grande y todo depende de lo que quieras hacer y cuánto puedas gastar.
Como sugerencia, podemos decirte que la Sound Blaster Audigy está bien
si tu presupuesto es reducido (anda por los 90 euros); su latencia es
baja e incluye un sampler a bordo. Si puedes pagar más y no te importa
no tener sampler en la tarjeta -de hecho, casi ninguna tarjeta lo lleva
incorporado; los samplers por software son mejores- entonces tienes otras
opciones en la franja de los 300-400 euros que ofrecen una mayor calidad
de sonido: Terratec EWX2496, las Audiotrak Inca, los modelos de Hoontech,
M-Audio Delta 44, Echo Mia... de más barata a más cara.
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En cuanto a la elección de
discos duros, sé un poco generoso. Lo ideal es tener dos, uno donde instalar
el sistema operativo y los programas y otro dedicado exclusivamente a grabar
pistas de audio. La razón para esto es que si sólo tienes uno, la aguja lectora
del HD tendrá que sudar de lo lindo para manejar todas las tareas de lectura
y grabación de datos a la vez; repartir el trabajo aligera la carga del ordenador
y te permite hacer más cosas. Si no puedes pagar dos no pasa nada; simplemente
tu PC se parará donde otros mejor equipados podrán continuar, pero esto sucederá
en condiciones bastante extremas. En cualquier caso, compres un HD o dos, asegúrate
de que el dedicado a audio es rápido; en los estándares actuales esto significa
un ATA100 corriendo a 7200 RPM. Y añade un ventilador de disco duro, que es
barato y alarga mucho la vida de estos componentes.
El último punto importante
es la grabadora de CD. Necesitarás una para "quemar" tus temas musicales
en un CD de audio que se pueda reproducir en cualquier lector. La oferta aquí
también es amplia y seguro que encontrarás una que te vaya bien y no sea cara.
Los precios suelen colocarse entre 100 y 200 euros.
Con esos cuatro elementos
bien escogidos, lo demás se hace bastante fácil; simplemente sigue los
estándares tecnológicos del momento: compra una tarjeta de video decente, añade
un CD-ROM/DVD -aunque la grabadora puede evitarte este gasto- y un monitor de
al menos 17" para trabajar cómodamente con muchas pistas en tu secuenciador.
Una caja grande y espaciosa mejorará la ventilación y alargará la vida de todas
las piezas.
Por último, decir que tras la aparición del Windows XP las cosas han
mejorado bastante en cuanto a estabilidad y rapidez en tareas de música -y en
general también-, así que si todo tu hardware y software es compatible con XP
(asegúrate bien) te recomendamos instalarlo. Si no es así, tendrás que seguir
trabajando con Windows 98 o Me; en todo caso, deberías usar un sistema operativo
dedicado sólo a música y bien optimizado. Aquí tienes dos tutoriales para mejorar
el rendimiento de estos dos sistemas para música:
· [ Optimización
de Windows 9x/ME ]· [
Optimización básica de Windows XP ]
· [ Optimización avanzada de Windows XP ]
· [ Optimización avanzada de Windows XP ]
· EL SOFTWARE
El corazón de tu sistema debe ser un secuenciador que se comporte
como un estudio virtual completo. Estos programas te van a permitir secuenciar
(grabar por pistas) en MIDI y audio, y aplicar efectos virtuales. Incluso podrás
añadir instrumentos virtuales en tus producciones. Se encargarán de la mezcla
de todos los elementos para conseguir una obra completa. Recuerda que vas a
pasar la mayor parte del tiempo delante del secuenciador, así que elige el que
mejor se adapte a tu manera de hacer las cosas, sin reparar mucho en lo que
dice la gente sobre cual es "el mejor" o en hojas de características.
Los tres
secuenciadores principales del mercado actual son Logic (en la foto), Cubase y Cakewalk
SONAR, de más caro a más barato. Pero aún el SONAR sigue siendo un poco caro
para muchos presupuestos; para solucionar esto, busca las versiones "lite"
(reducidas), por ejemplo Logic Audio Fun, Cubasis y Cakewalk Express. O da
una oportunidad a otros secuenciadores de bajo precio que también resultan
muy completos, como Magix Studio o N-Tracks. Ante todo, fíjate en que puedan
secuenciar tanto MIDI como audio, y que funcionen como un "estudio virtual"
(esto es, que sean compatibles con plugins VST o DirectX, o ambos).
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Aunque un secuenciador moderno puede cubrir todas las necesidades de
creación y producción, no está nada mal que dispongas de un editor de
audio específico. Este programa te permitirá tratar archivos de audio
concretos para aplicarles diferentes procesos, cosa que puede resultar
pesada de realizar desde un secuenciador, que está pensado para manejar
múltiples pistas y enfocado más bien a la mezcla. Por ejemplo, cuando tengas
toda tu obra ya dispuesta en un archivo máster estéreo, el editor podrá
ayudarte a darle unos últimos toques a nivel general.
Aquí las opciones son Wavelab
de Steinberg
(en la foto), el Sonic Foundry Sound Forge y Cool Edit Pro. Como en
el caso de los
secuenciadores, estos programas se ofrecen en diferentes versiones a
distintos precios. El Goldwave es la alternativa más barata, ya que
es shareware; podrás probarlo sin pagar con todas sus funcionalidades
disponibles (no como las versiones demo), y si te gusta sólo tendrás
que hacer una pequeña donación a su creador.
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Por último, pero no menos importante, debemos referirnos a los instrumentos
y efectos virtuales. Son programas que se insertan dentro del entorno de
tu secuenciador (formato plugin, "enchúfalo") y se comportan como los
aparatos "reales". Por ejemplo, si tenemos una pista de voz podremos añadirle
una reverberación virtual, que sonará "en tiempo real"; esto quiere decir que
no será necesario procesar la voz para luego ver como queda; simplemente insertando
el efecto en ese canal ya oiremos en vivo el resultado. Si cargas un sinte o
sampler virtual, podrás tocarlo, grabarlo y editarlo como si fuera un elemento
hardware "de verdad".
Todo esto nos evita un gasto
enorme en máquinas; ten en cuenta que muchos secuenciadores ya traen algunos
plugins de serie, y que por Internet circulan muchos otros totalmente gratuitos.
Como te puedes imaginar los hay de muchas calidades y tipos diferentes así que,
de nuevo, no faltará dónde elegir.
· EL TECLADO CONTROLADOR
A no ser que nos sorprendan con algún
tipo de controlador mental (y basta que lo digamos para que alguien [ se
lo tome en serio ]), el teclado es la mejor manera de introducir notas y
secuencias en un ordenador. Aunque no sepas tocar el piano deberías hacerte
con uno de estos, ya que lo básico se aprende pronto y, de todos modos, facilita
mucho las cosas. No resulta nada cómodo trabajar con el teclado del PC y el
ratón para estos asuntos...
No te asustes pensando en
precios; no estamos hablando aquí de un teclado sintetizador completo que incluye
sonidos y mil historias, sino de teclados "mudos", que se limitan a enviar los
datos de notas, volumen y demás por MIDI, haciendo sonar los dispositivos de
nuestro ordenador (como los instrumentos virtuales, o el sinte/sampler incorporado
a tu tarjeta, si lo tiene). De todos modos, si ya tienes un sintetizador, por
supuesto que podrás usarlo como controlador -solo necesitas que sea MIDI-. Si
no lo tienes, puedes plantearte también la compra de un sintetizador usado,
que añadirá sonidos a tu estudio a un precio reducido.
Hay una gran oferta en el
mercado de teclados maestros, y los precios varían dependiendo del número
de octavas que tenga el teclado y de las funciones que ofrezca. Pueden
encontrarse modelos alrededor de 100 euros, y a partir de ahí, lo que
quieras. Algunos fabricantes famosos son FATAR, Midiman, Evolution, Edirol
(filial de Roland) o Miditech.
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·
MONITORES
Necesitarás algo para escuchar todo lo que haces, y de hecho esta es una
de las partes mas importantes de todo el estudio. De poco sirve gastarse dinero
en todo lo demás si al final lo vas a escuchar con una calidad mediocre. Necesitamos
que el sistema de escucha sea lo más nítido y fiel al sonido original que podamos.
Una frustración típica de todos los que empiezan es ver cómo sus obras suenan
más o menos bien en casa y, sin embargo, al escucharlas en el coche o en la
cadena de un amigo todo se convierte en un desbarajuste. La culpa de esto siempre
es del sistema de monitorización. Si, por ejemplo, tus altavoces no reproducen
adecuadamente las frecuencias graves, tenderás a a ecualizar y marcar excesivamente
esa franja; de ese modo, cuando lleves tu trabajo a otro sitio los graves estarán
"pasados de rosca".
Lo primero que haremos será
descartar los "altavoces multimedia" que son habituales en el mercado informático.
Ofrecen una calidad muy baja, y no están diseñados para esta función. Algunos
modelos de gama alta pueden ser razonables, como los Videologic Sirocco, pero
considerándolo todo, es la peor opción. Para gastarse 300 euros en un sistema
multimedia, te recomendamos que ahorres un poco y esperes a tener unos monitores
de estudio a tiro.
Si tienes cerca del PC una
cadena de música hi-fi la situación mejora. Puedes conectar el ordenador a la
cadena y escuchar todo lo que haces a través de ella; la calidad de un sistema
hi-fi medio es superior a las soluciones multimedia.
Lo ideal es hacerse con
unos monitores amplificados de campo cercano (esto es, diseñados para escucharse
en un radio corto de distancia). Son aparatos diseñados para ofrecer una respuesta
"plana" y no colorear el sonido con elementos extraños. El hecho de que lleven
su propia amplificación integrada en el sistema nos evita la compra de un amplificador
aparte, mejora la calidad de sonido y reduce el cableado, si bien eleva el precio.
Los precios de monitores
de campo cercano autoamplificados empiezan a partir de los 450 euros de
unos Behringer Truth, y suben casi hasta el infinito... considera también
modelos como los Yamaha MSP5 (en la foto), Event PS5 o PS6, Genelec 1029,
Alesis M1 MkII active o Tannoy Reveal active; todos estos oscilan entre
600 y 900 euros aproximadamente. Y si ya tienes un amplificador adecuado,
podrías ahorrar dinero comprando los típicos Yamaha NS10M (un estándar
en muchos estudios, aunque hay mucha polémica sobre su calidad), o los
Alesis M1 y Tannoy Reveal pasivos (esto es, sin amplificar).
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De todos modos, es importante hacer un matiz general. Aunque
tener unos buenos monitores puede mejorar mucho la audición, esto no depende
solo de ellos. Estos monitores están diseñados para situarse en salas
tratadas acústicamente, o sea en estudios bien preparados. Si haces música
en tu habitación no tiene mucho sentido arruinarse comprando monitores,
porque no les sacarás el partido adecuado. Asi que busca un punto medio:
procura evitar la mediocridad de los altavoces multimedia e intenta hacerte
con un sistema hi-fi decente o unos monitores de bajo precio.
· OTROS APARATOS
Con todo lo que hemos
dicho hasta ahora ya podrías empezar a hacer música desde ya. Pero por si acaso,
vamos a detallar algunas otras posibilidades que pueden llegar a ser necesarias
en ciertos casos.
-Micrófono: por supuesto, es vital
si quieres registrar tomas de voz o de instrumentos reales. No lo hemos destacado
antes porque para empezar cualquiera vale, pero si quieres unos resultados dignos
tendrás que pensar en un buen micro dinámico "todoterreno" como el Shure SM58,
o uno de condensador barato como el Behringer B-1 (en la foto), para conseguir
más naturalidad; ambos micros rondan los 150 euros. Para saber más sobre tipos
de micrófonos y averiguar cuál te conviene más, recuerda leer nuestros [
tutoriales de micrófonos ].
-Mesa de mezclas: es importante si quieres introducir en el ordenador,
a través de la tarjeta de sonido, un conjunto de señales externas. Por ejemplo,
si tienes un grupo y quieres grabar al batería o al guitarra y al bajo a la
vez vas a necesitar varios micrófonos o entradas de línea, es decir: una mesa.
una confusión generalizada es pensar que las tarjetas de sonido de múltiples
entradas pueden actuar como mesas de mezcla, sin más. Esto no es del todo correcto:
esas entradas suelen ser sólo de nivel de línea, lo que te obligará a preamplificar
las señales de micro o no se oirán. Tampoco permiten controlar el nivel de entrada
original; si la señal llega saturada, lo más que vas a poder hacer con la tarjeta
es subir o bajar el volumen... de una señal distorsionada. Ten todo eso en cuenta
a la hora de elegir. En cuanto a mesas, las famosas Behringer Eurorack son seguramente
las mejores en calidad/precio, y una mesita decente como la 1604A (en la foto)
sale por unos 280 euros. El modelo 2004 cuenta con 8 salidas independientes
que pueden ir muy bien con tarjetas multientrada.
-Cableado: bueno,
es obvio que será necesario disponer de cables para que las cosas funcionen.
No hablamos de los cables de alimentación de los aparatos; para empezar, te
harán falta un par de cables MIDI para conectar el teclado a la tarjeta de sonido
(o a un interface MIDI si es lo que elegiste), a no ser que el teclado se conecte
por USB -que los hay-. La salida MIDI se conecta a la entrada MIDI de la tarjeta,
y la salida MIDI de la tarjeta a la entrada MIDI del teclado, como es lógico,
aunque esa segunda conexión puede sobrarte si tu teclado no tiene sonidos, evidentemente.
Por lo demás, te harán falta cables de micro para conectarlos a la tarjeta o
la mesa de mezclas, y cables de línea para hacer lo mismo con guitarras y bajos
eléctricos, sintetizadores y demás. En general, el gasto total en cableado deberia
ser bajo; ve a una tienda de electrónica y pide los cables a medida -que estén
bien apantallados para evitar interferencias de los aparatos eléctricos de tu
estudio-, o si eres mañoso y sabes como hacerlo, móntalos tú mismo comprando
los componentes por separado.
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