Tras abandonar su idea de crear estaciones de trabajo todo en uno
basadas en Windows –tan controvertidas en su momento como lo fueron las NeKo y MiKo–,
la gente de Open Labs se ha venido dedicando enteramente al desarrollo
de Stagelight, una herramienta software que funciona como una especie de
DAW básico para las masas. Y para tal
objetivo tiene todo lo necesario: está orientado a una "forma fácil e
intuitiva de crear música", ha sido lanzado en colaboración con
Timbaland y Linkin Park, y además desde hace un par de años Open Labs ha
venido firmando contratos con empresas como Lenovo, Dell y Microsoft,
para que el software venga preinstalado en sus equipos.
Stagelight en su versión de escritorio es una especie de GarageBand para Windows, aunque en ciertas características lo llega a superar. Incluye grabación multicanal de audio y MIDI, funciones básicas de edición, instrumentos virtuales, soporte VST, ASIO, entre otras funciones. En Windows se ha ido optimizando poco a poco para manejo en dispositivos multi-touch, no convirtiéndose en una app para entorno móvil y en vez de ello conservando la idea de una aplicación de escritorio. Y aunque no hay indicios de una versión para iOS –donde claramente la verían más difícil–, si han decidido dar el paso a una app, pero para Android.
Su estrategia es clara en este sentido, puesto que la oferta de apps musicales para Android es sumamente inferior a lo que el ecosistema iOS tiene a su favor, por tanto un DAW sencillo y con experiencia en otras plataformas táctiles, es seguramente más que bienvenido a los teléfonos y tablets Android. La app es gratuita, ofreciendo algunas funciones limitadas que pueden expandirse mediante compras internas.
Vamos a sus características principales:
Open Labs
Stagelight en su versión de escritorio es una especie de GarageBand para Windows, aunque en ciertas características lo llega a superar. Incluye grabación multicanal de audio y MIDI, funciones básicas de edición, instrumentos virtuales, soporte VST, ASIO, entre otras funciones. En Windows se ha ido optimizando poco a poco para manejo en dispositivos multi-touch, no convirtiéndose en una app para entorno móvil y en vez de ello conservando la idea de una aplicación de escritorio. Y aunque no hay indicios de una versión para iOS –donde claramente la verían más difícil–, si han decidido dar el paso a una app, pero para Android.
Su estrategia es clara en este sentido, puesto que la oferta de apps musicales para Android es sumamente inferior a lo que el ecosistema iOS tiene a su favor, por tanto un DAW sencillo y con experiencia en otras plataformas táctiles, es seguramente más que bienvenido a los teléfonos y tablets Android. La app es gratuita, ofreciendo algunas funciones limitadas que pueden expandirse mediante compras internas.
Vamos a sus características principales:
- Modo de construcción de loops por disparo de clips
- Grabación y procesamiento de pistas de audio en varios canales
- 4 efectos incluidos de ecualizador, compresor, delay y flanger, con 10 efectos desbloqueables mediante compra interna, incluyendo bitcrusher, chorus, filtro, limitador, reverb, autofiltro, autowah, gate, glitch y drive
- Máquina de ritmos integrada con secuenciador por pasos, editor dedicado y función autofill
- 5 instrumentos de teclado varios tipos (2 sintes, teclas, bajo, guitarra, órganos) con opción de expandir funciones y sonidos por compra interna
- Opciones básicas de edición y funciones de automatización
- Varios métodos de ingreso de notas, con sistema de bloqueo en escala determinada
- Compatibilidad de proyectos con versión de Stagelight para Windows
- Soporte para dispositivos MIDI en Android 6 y con interfaces de audio class-compilant en Android 5
- Funciones para compartir canciones directamente en redes sociales
Open Labs
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